“Me molesta que se critique a los profesores.” Ken Robinson ·
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Ilustración de Igor Morski |
“Me molesta que se critique a los profesores.
Son muy importantes para nuestras vidas”
Ken Robinson · Educador y escritor
De niño nunca pensó en
dedicarse a la educación: “Nuestras vidas son un proceso constante de
decisiones creativas e improvisación. Así que cuando iba al colegio, no tenía
ni idea de lo que quería hacer”. Hoy, este educador, escritor y comunicador, es
una referencia pedagógica mundial. Robinson considera necesaria una profunda
transformación del actual sistema educativo y valora como decisivo el papel de
los maestros. Asegura que “es difícil exagerar la importancia de los profesores
en tu vida” y añade: “es una profesión con muchas dimensiones, uno de los
trabajos más exigentes que una persona pueda tener”. Contrario a los exámenes y
a la jerarquía de las asignaturas, defiende la creatividad como una de las
habilidades más importantes que la escuela debe fomentar en los niños: “es la
esencia de lo que significa ser humano”, afirma. Ken Robinson es profesor
emérito de la Universidad de Warwick, Reino Unido, en la que durante doce años
impartió educación artística. Ha liderado proyectos nacionales e internacionales
sobre creatividad y cultura en Europa, Asia y Estados Unidos. Su famosa
conferencia “¿Las escuelas matan la creatividad?”, es la charla educativa más
vista en internet. Sus aportes a la educación y las artes le han valido
multitud de premios y reconocimientos. Entre ellos, el nombramiento como
Caballero del Imperio Británico por la Reina Isabel II. Sir Ken Robinson es
autor de más de una decena de libros. Su éxito de ventas “El Elemento”, es una
obra traducida a más de veinte idiomas en la que sostiene: “Es imposible
adivinar cómo viviremos en el futuro. Lo único que sabemos es que hará falta
mucha imaginación y creatividad para transformarnos y enfrentarnos a los nuevos
retos”. En su último libro, “Tú, tu hijo y la escuela”, reflexiona sobre cómo
los padres pueden apoyar a sus hijos durante el recorrido escolar.
Ken Robinson. ¿Eso era todo?
Gracias. Ya estamos. Es un placer estar aquí. Espero que no os importe que os
hable en inglés. Porque no sé hablar castellano. Mi interés en la educación se
remonta a cuando yo iba a la escuela. Cuando iba al colegio, no tenía planeado
dedicarme a la educación. En aquel momento no tenía nada planeado. ¿Os puedo
preguntar cuántos de vosotros estáis haciendo ahora lo que creíais que ibais a
hacer cuando estabais en la escuela? Uno, dos. Os preguntaré enseguida por
esto. Veréis, la mayoría de la gente no tiene ni idea. Y aunque en la escuela
tuvieran alguna idea, acaban haciendo otra cosa. A lo mejor podéis pensar:
“Tengo clarísimo que quiero ser escritor o abogado, o técnico, o chef”, o lo
que queráis. A lo mejor en la escuela teníais esa idea y algunos de vosotros
quizá conseguisteis dedicaros a eso. Pero aunque os dediquéis a lo que queríais
hacer, seréis una minoría, y no pudisteis planificar la vida que habéis acabado
teniendo.Para mí esto es algo crucial, porque toda vida humana es única e
irrepetible, y toda vida humana es improvisada. Nuestras vidas son un proceso
constante de decisiones creativas e improvisación.
02:10
Ken Robinson. Así que cuando
iba al colegio, no sabía lo que quería hacer. No tenía ni idea. Yo formaba
parte de una familia numerosa. Tengo cinco hermanos y una hermana. Uno de mis
hermanos está aquí, John , hemos venido juntos. Cuando tenía cuatro años, vivíamos
al lado del campo del Everton. Hay dos campos de fútbol en Liverpool el de
Everton y el de Liverpool. Nosotros crecimos al lado del estadio. Así que mi
padre creía que yo sería jugador de fútbol. Con cuatro años. Porque mi padre
había sido jugador y yo estaba muy en forma y era ágil, y al parecer tenía un
talento precoz. Era un poco como Ronaldo. Me comparan mucho con él. Me lo dicen
mucho. Pero en los años 50, hubo una epidemia de polio. Que se dio en Europa y
Estados Unidos. Yo la contraje a los cuatro años. Me pasé alrededor de un año
en el hospital, y ahí se acabaron las esperanzas de mi padre de que yo jugara
al fútbol. Fui a un colegio para niños minusválidos. Y entonces recuerdo que
hubo dos personas que se cruzaron en mi camino. Una de ellas era un hombre
maravilloso llamado Charles Stratford, que un día visitó el colegio. Éramos
ocho alumnos. No, seguramente éramos diez en ese momento.Yo tenía diez años.
Este hombre vino de visita al colegio. Estuvo hablando conmigo y con más gente,
y luego se fue a hablar con el profesor. Y después, un poco más tarde, me
pidieron que fuera a ver al director del colegio, con el que solo había hablado
una vez. Y este hombre estaba allí sentado con él. Resulta que era el inspector
de educación especial del área de Liverpool. Había estado hablando conmigo y le
había parecido ver algo en mí que le había llamado la atención. Así que me
hicieron una serie de pruebas en el colegio. Ahora sé que eran test de
inteligencia.
04:41
Ken Robinson. Y me subieron
de curso. Este hombre, Charles Stratford, se convirtió en un amigo de la
familia. Y en mi mecenas. Éramos una familia numerosa de clase trabajadora. Y
empecé a trabajar con otra profesora, la señorita York, que era muy exigente. Y
gracias a haber trabajado con ella, aprobé el examen público para entrar en las
escuelas convencionales, en la secundaria. Y allí que me fui.Yo fui la primera
persona de mi escuela en aprobar el examen de admisión para entrar en la
educación convencional. Y fue todo gracias a que dos personas vieron algo en mí
y me exigieron que lo desarrollara.Entonces empecé a ir a la escuela
convencional, y allí empecé a educarme. Trabajé mucho Lengua y teatro. Y seguía
sin saber a qué quería dedicarme. Me quedé asombrado de que la gente de todas
las edades tiene muchas más habilidades y posibilidades de las que la educación
ordinaria les permite descubrir.Muchos niños nacen con grandes capacidades,
pero yo creo que las habilidades humanas son como recursos naturales: están
enterradas bajo la superficie y hay que descubrirlas. Y puede que nunca las
descubramos. Todos vosotros tenéis habilidades de las que seguramente ni
siquiera sois conscientes y puede que nunca las descubráis por falta de
oportunidades. Se me ocurre que la lingüística es un buen ejemplo.
“Si no trabajas en educación
es fácil criticar a los profesores”
Ken Robinson
06:12
Ken Robinson. La mayoría de
niños aprende a hablar en sus primeros años de vida. Y, curiosamente, nadie les
enseña a hacerlo. Si sois padres, lo sabéis. No le habéis enseñado a hablar a
vuestro hijo. ¿Cuántos hijos tenéis? Vale. Si tenéis hijos, sabéis que aprenden
a hablar en sus primeros años, ¿verdad? Pero vosotros no les enseñáis, no en el
modo en que nosotros concebimos la enseñanza. No les sentáis cuando tienen dos
años y les decís: “Tenemos que hablar. Bueno… Más concretamente, tienes que
hablar tú. Y se hace así”. Lo aprenden sin más. ¿Cuántos de vosotros habláis
dos idiomas? ¿Tres? ¿Cuatro? Yo creo que pasa lo siguiente. Si aprendes un par
de idiomas de pequeño, te resulta más fácil aprender más. La mayoría, si están
expuestos a tres o cuatro idiomas en su niñez, lo aprenden sin esfuerzo. No hay
que tener un don lingüístico para aprender varios idiomas cuando eres un niño,
Basta con ser humano. Y todos tenemos esa capacidad, pero la mayoría acabamos
hablando uno o dos. O, si eres inglés, solo uno. Es verdad.En Francia intento
hablar francés pero la gente me lo impide. “No lo hagas. Suena horrible.
Limítate al inglés, que se te da bien”. Pero lo mismo pasa con los instrumentos
musicales. Si practicas música desde una edad muy temprana, aprendes los
instrumentos. Si te expones al diseño, o si te animan a bailar, o si te animan
a construir… Todos tenemos una gran variedad de habilidades, la cuestión es
identificarlas o no, y cultivar las destrezas necesarias para ponerlas en
práctica. Y esto siempre lo he sabido, desde que era bien pequeño, incluso
antes que mis compañeros de escuela, y de una forma un poco inconsciente.
Luego, en la universidad, me involucré mucho en el teatro.
08:23
Ken Robinson. El teatro
siempre me ha parecido una manera muy poderosa para que la gente conecte, se
comunique y explore sus relaciones entre sí. El teatro es el arte del
comportamiento humano. Y en el teatro, las preguntas que se plantean no son lo
que piensas, sino lo que harías en esas circunstancias. ¿Cómo te sientes? ¿Cómo
actúas? ¿Cómo te comportas? ¿Cómo afecta a tu relación con los demás y qué
sucede como resultado? Y me resultaba curioso que esto no se usase de forma
extendida en las escuelas, a pesar de que, evidentemente, era una forma
importante de conexión y aprendizaje. Así que acabé haciendo las cosas un poco
por casualidad, pero siempre movido por el convencimiento de que la gente tiene
más habilidades en bruto de lo que cree. Yo sabía, por mi experiencia personal,
que así era. Y cuanto más profundizaba en ello, más me indignaba. Para mí, esta
es una cuestión de derechos humanos. Todos tenemos una vida, que sepamos, y es
relativamente corta en el gran esquema cósmico de las cosas. Y muchas personas
se pasan la vida sin sentirse satisfechas, sin sentir que tienen un propósito,
ni sentir que han descubierto lo que son verdaderamente capaces de lograr. Y
esto es importante, porque esta relación entre la naturaleza y la crianza es
muy dinámica. Y uno de los procesos de los que dependemos para cultivar
nuestras sensibilidades y talentos naturales es la educación. Así que empecé
interesándome por un arte en concreto, y reflexioné mucho sobre ello. Me
parecía que toda la gama de disciplinas de la escuela debían beneficiarse de
ello. Y por último, acabé interesándome por la idea de la creatividad.
10:06
Ken Robinson. Y el motivo es
que hay muy pocas cosas que nos hagan destacar entre los seres vivos de la
Tierra, y creo que las diferencias nos las creemos demasiado. Pero algo nos
diferencia, eso está claro. Las demás especies no se comportan como nosotros.
Nosotros sí nos comportamos como ellas a menudo. Pero hay cosas de las que
ellos parecen no ser capaces. Ellos no se meten en teatros rodeados de cámaras.
No se ponen ropa que otro ha diseñado o fabricado, no disfrutan de la comida
del mismo modo que nosotros, no hablan idiomas, no parecen tener teorías, no
tienen sistemas de valores, no tienen rivalidad cultural, no crean economías,
no construyen grandes civilizaciones. Nosotros sí. Pero en todos los demás
aspectos somos igual que ellos: somos mortales, somos frágiles, y dependemos
del planeta y de lo que nos proporciona. Pero ¿qué nos diferencia? Para mí, lo
que nos diferencia es, en parte, la idea de la creatividad. Tenemos una
imaginación poderosa. Y cuando dirigimos nuestra imaginación hacia cosas
prácticas, creamos mundos virtuales en los que vivimos. Así que, para mí, la
idea, el concepto y la práctica de la creatividad son la esencia de lo que
significa ser humano. Y cada vez me parece más importante que cultivemos estas
capacidades en nuestros sistemas educativos, que llevan mucho tiempo
ignorándolas, por la humanidad que compartimos, y también porque ahora,
mediante estos sistemas, nos hemos creado accidentalmente todo tipo de desafíos
que son de carácter existencial. Nada me parece más desolador que escuchar los
debates políticos sobre cómo mejorar las escuelas haciendo más pruebas y más
exámenes. Y el gran desafío al que nos enfrentamos como seres humanos lo
dejamos de lado en la mayoría de sistemas educativos.Así que cuanto más me
involucraba en la educación, más me interesaba no solo en la teoría, sino
también en la práctica. Así que cuando hace unos años di una charla en TED, ya
llevaba un largo camino recorrido. Esa charla en particular, que puede que
hayáis visto, tuvo lugar en 2006. Y ya lleva unos 53 millones de
visualizaciones.
“Educar no es un monólogo
sino una conversación”
Ken Robinson
12:15
María Luisa. Cincuenta y
siete millones.
Ken Robinson. ¿Cincuenta y
siete? Es que me he pasado la noche viéndolo. ¿Ya lleva 57? Pero bueno, se lo
ponen a grupos, así que debe de ser un múltiplo de esa cifra. Yo creo que la
razón de que haya tenido tanto éxito es porque la gente ha reconocido que
destila sentido común y verdad. Y la otra razón de que se haya visto en 150
países, que es lo importante, no es producto de una perspectiva cultural en
concreto. Así que, resumiendo, como la mayoría, yo he ido creando mi vida, no
la he planeado. He intentado controlarla y he intentado darle sentido.
12:53
Ken Robinson. Pero me he
guiado por unos principios. Uno es la creencia en la bondad fundamental de la
humanidad. Otro es un sentido de la abundancia de cosas de las que somos
capaces como personas. Y en tercer lugar, que es de vital importancia que haya
instituciones públicas que promuevan estos talentos por nosotros y por el bien
común.Lo último que me gustaría decir respecto a esto es que soy muy consciente
en todo el trabajo que hago de que estos debates han sido continuos. Una de las
educadoras más importantes de nuestra historia reciente es Maria Montessori. Y
muchas de las cosas de las que ella hablaba en la educación temprana… Ella es
un ejemplo de alguien que lidió con estos problemas en las difíciles
circunstancias de los niños de clase trabajadora. Y desarrollaron una serie de
prácticas que van en consonancia con los ritmos naturales del crecimiento y el
desarrollo humanos. Ella no es la única. Todo el movimiento progresista se
basaba en la idea de intentar educar al niño como a un todo y crear condiciones
para su crecimiento y desarrollo. Y esto era así ya en los primeros jardines de
infancia, no solo en Montessori y otros. John Dewey, en el siglo XIX, escribió
mucho sobre educación y desarrollo personal. También escribió mucho sobre
democracia. Una vez dijo que cada nueva generación debía redescubrir la
democracia. A mí me parece una observación muy importante. Todos tenemos la
tendencia a sufrir una especie de amnesia cultural. Debatimos las cosas como si
no hubieran pasado nunca antes. Por ejemplo, mis hijos creen que los
millennials han descubierto el sexo. De verdad.
14:33
Ken Robinson. Cuando yo sé
que lo descubrió la generación del baby boom. Yo estaba allí. Cayó en fin de
semana, ¿vale? Yo viví la revolución sexual de los años 60, como podéis ver. Y…
En realidad me la perdí, ese fin de semana me quedé en casa. Pero el lunes
cuando me fui a trabajar noté que algo había cambiado.Mis padres afirmaban
haberlo inventado también. Así que, ¿quién sabe? A saber quién inventó el sexo.
Pero muchos de estos principios básicos de lo que es una buena vida, cómo
funcionan las democracias, cómo la gente tiene que mirar no solo por sí mismos,
sino por el bien común… Se remontan a la Antigüedad, al inicio de nuestras
civilizaciones. Pero cada generación ha tenido que redescubrirlos. En la
actualidad es un poco más difícil descubrirlos, porque estamos muy distraídos
con los acontecimientos cotidianos. Mirad lo que está pasando ahora mismo en
Estados Unidos, otro país que se proclama a sí mismo líder de los principios
democráticos. Yo he vivido allí durante 17 años, y os puedo decir que esa afirmación
es un poco exagerada.Para mí, nunca ha habido un momento en que sea tan
importante poner en práctica los principios básicos de la educación. Para mí,
hay cuatro: la educación tiene fines económicos, tiene fines sociales, tiene
fines culturales y tiene fines personales. Por eso necesitamos una concepción
expansiva del funcionamiento de la educación, y tenemos que reconocer que nada
de eso tendrá lugar si no invertimos plena y adecuadamente, y con
determinación, en la formación, el desarrollo y el apoyo de los profesores, de
quienes depende toda esta empresa. Así que, para mí, estos temas no disminuyen
en importancia, sino que aumentan en importancia cada vez más.
16:16
Ken Robinson. ¿Tenéis ideas,
comentarios, observaciones, preguntas?
Ken Robinson - ¿Qué hace
falta para ser un buen profesor?
“La creatividad es la
esencia de lo que significa ser humano”
Ken Robinson
Laura. Hola, Ken, buenos
días, soy Laura. Soy futura maestra. Y me gustaría preguntarte cómo recuerdas
tu etapa en la escuela y si tuviste algún gran maestro que te cambiase la vida.
16:31
Ken Robinson. ¿Sabes? Hola,
Laura. ¿Vosotros la habéis entendido? Bueno, ya he mencionado a un par de mis
profesores que tuve. Es difícil exagerar la importancia de los profesores en tu
vida. Es decir… Yo creo que es uno de los trabajos más exigentes que una
persona pueda tener. Y lo digo de verdad. Es una profesión con muchas
dimensiones. Y lo cierto es que siempre me ha molestado que la gente que no se
dedica a la educación critique tan a la ligera la manera en que los profesores
hacen su trabajo. Tienes que trabajar con 20 o 30 vidas, o más, durante 40
minutos o una hora, y luego se van y te llega otro grupo, sobre todo en
primaria o en el instituto, y todos ellos son personas con una vida llena de esperanzas
y expectativas, son vidas complejas. Traen al aula sus experiencias de casa, de
la calle, sus intereses culturales… No deja de ser un momento más que tú
compartes con ellos. Así que ser buen profesor conlleva muchas cosas. Una de
ellas es que, obviamente, necesitas saber la materia. Aunque no siempre tienes
por qué saberlo todo. Depende de lo que sea. Hace unos años, participé en un
evento de Vancouver. Era una cumbre de paz. Se llamó La Cumbre de Paz de
Vancouver. ¿Qué esperabais? En cualquier caso, el invitado de honor era el
Dalai Lama. Yo era el anfitrión de la sesión de apertura. Y había, si no
recuerdo mal, diez personas en la mesa, incluyendo al Dalai Lama, que estaba
sentado en un trono. Yo hoy he pedido que me pusieran un trono. Esto es muy barato,
que lo sepáis. Qué decepción.
18:49
Ken Robinson. Bueno, el
Dalai Lama estuvo genial. En un momento dado, le hicieron una pregunta… Le
hicieron muchas preguntas. Había dos mil personas en el auditorio. Pues le
hicieron una pregunta y se quedó muy pensativo. Estaba sentado con las piernas
cruzadas, cerró los ojos y se quedó en silencio durante un buen rato. Un rato
demasiado largo, pensé yo. Porque yo era el anfitrión. Y no sabía lo que estaba
pasando. Pensé: “¿Habrá alcanzado la iluminación? Ahora no, por favor. Hoy no.
Al menos que se espere al descanso. Aún nos quedan 40 minutos”. En fin… Se puso
muy pensativo y entonces… También estuvo muy gracioso, por cierto. Tiene un
sentido del humor muy pícaro. Pero le hicieron una pregunta, era sobre la filantropía
o algo así. Y entonces tomó aire y pensamos: “Seguro que va a decir alguna
genialidad”. Se inclinó hacia adelante, todos nos inclinamos hacia adelante, y
dijo: “No lo sé”. Yo pensé: “Qué decepción. ¿Cómo que no lo sabes? ¡Eres el
Dalai Lama!”. Pero luego dijo: “Nunca lo había pensado”. Y se dirigió al
público y preguntó: “¿Qué pensáis vosotros?”. Me encantaron dos cosas de ese
instante. En primer lugar, el que es uno de los grandes maestros en el mundo,
no tiene reparos en decir “No lo sé”. Quería ilustrar esto. Luego hablaremos un
poco más de ello. Hay cosas que sabe muy bien. Es el mayor experto mundial en
algunas áreas del conocimiento. Pero no lo sabe todo. Nadie lo sabe todo. Es
imposible. El conocimiento y la comprensión humana es un entramado muy denso y
nosotros sabemos solo una parte. Algunos saben más que otros, pero ninguno sabe
más que una fracción de todo lo que hay.
“Los grandes educadores son
también grandes facilitadores”
Ken Robinson
21:07
Ken Robinson. Ese es uno de
los motivos por los que la cultura humana ha tenido tanto éxito. Somos una
especie altamente colaborativa, somos capaces de codificar nuestro conocimiento
y compartirlo de múltiples formas: a través de la música, del arte, de la
danza, de la literatura… De modos muy distintos. Pero ninguno de nosotros
nacemos en un vacío, somos herederos de la Historia de la Humanidad, si somos
capaces de conectar con ella. Así que solo estaba siendo sincero: “No lo sé,
eso supera mi experiencia”. Esto me parece muy importante, porque los
profesores de hoy sienten la presión de tener que saberlo todo. Y es algo
totalmente honesto que los profesores digan: “No lo sé”. Socialmente, todos
soportamos la presión de fingir que sabemos cosas que no sabemos. Y… Lo segundo
es algo muy sencillo, que el Dalai Lama dijo: “¿Qué pensáis vosotros?”. Esto
indica que el aprendizaje no es un monólogo, sino que es una relación, es una
conversación. Y los grandes profesores de la Antigüedad lo sabían, sabían que
el aprendizaje se produce a través del diálogo, la conversación y la
interacción. Los grandes profesores son alumnos, y los grandes alumnos son
profesores. Son todo al mismo tiempo. Así que eso es lo que conlleva ser un
buen maestro de escuela, en parte: has de entender que formas parte de una
relación, que no te limitas a transmitir lo que sabes a gente que no lo sabe.
Eres un catalizador que mejora la comprensión de todos. Hay cosas que tienes
que saber. En fin, no tendría mucho sentido contratarme a mí para enseñar
español. Es mejor si sabes hablarlo. El aprendizaje por descubrimiento tiene un
límite, ¿vale? Pero un buen profesor debe conocer su materia, saber de su tema.
Pero también debe saber hasta dónde alcanzan sus conocimientos.
23:03
Ken Robinson. Los buenos
profesores también son buenos facilitadores. Hay muchas personas que tienen un
gran conocimiento especializado pero no son buenos profesores. Si lo dudáis,
daos una vuelta por cualquier universidad. Allí estarán. Y lo sé porque he
trabajado en universidades durante años. En las universidades hay profesores
geniales, y algunos solo enseñan porque es el precio que pagan por investigar.
Que alguien sepa de algo no significa que sea buen profesor. Para ser buen
profesor hay que practicar el arte de enseñar, si lo concebimos como una forma
de arte. Es como ser buen médico. Hay un montón de recursos, ideas, técnicas y
estrategias. Es saber qué aplicar aquí y ahora. Es como ser un buen terapeuta.
“¿Qué sería lo correcto en esta situación?”. Mis profesores predilectos han
demostrado esta capacidad. Algunos de ellos son de la universidad, pero uno de
los primeros que realmente me impresionó, aparte de los que he mencionado, fue
un profesor de francés. Yo adoraba a este profesor. El señor Evans. Es una
larga historia. Yo crecí en Liverpool entre los años 50 y los 60. Hubo un
tiempo en que Gran Bretaña no se consideraba europea. Aunque ahora nos parezca
raro. Pero hubo un tiempo en que Gran Bretaña no quería formar parte de Europa.
Pero nadie de mi generación… Si ibas a Inglaterra en los años 60 y 70, no era…
Siempre ha sido un lugar interesante con una cultura propia, pero no era
europea en el sentido en que lo es ahora. Lo que más me impresionaba del señor
Evans era que sabía hablar francés. Muy bien. Y eso no pasaba con la mayoría de
profesores de francés. Para ellos era una obligación. Él era elegante y
refinado. Fumaba cigarrillos franceses.Y comía ajo. Hablamos de 1964. Entonces
yo pensaba que el ajo era una droga. Y sigo pensándolo. Él era “muy” francés,
era europeo. Y cuando entraba en clase, había algo en él, en su forma de ser. Y
nosotros nos quedábamos ahí sentados escuchándole. No tenía que hacer nada, le
prestábamos atención sin más. Y gracias a eso aprendí francés y despertó mi
curiosidad. Luego estaba el profesor de latín, que me deprimía. Es una
relación, de eso se trata. Tus alumnos no tienen por qué caerte bien, tú no
tienes por qué caerles bien a ellos, pero tiene que haber algo del profesor que
les despierte la curiosidad, que les impresione. Un buen profesor te anima, del
mismo modo que uno malo te desanima. Me acuerdo de profesores que con solo
levantar una ceja te hacían sentir fatal. Les hacías una pregunta y te hacían
sentir ridículo por hacerla. Así puede que le cojas manía a una asignatura.
Tenéis una responsabilidad muy grande. No hay que agobiarse, pero los
profesores tenéis una influencia tremenda. Mi vida está llena de profesores
así. Y tú serás una gran profesora.
26:28
Mar Romera. Soy Mar Romera,
soy maestra, y yo creo… Soy optimista y creo que vamos a cambiar el mundo a
través de la educación. Y necesito el mejor de los consejos del mejor gurú, que
es usted. Y quiero saber, si tuviese el poder de cambiar el sistema educativo,
¿qué cambiaría y por qué?
“Hay que invertir con
determinación en la formación, el desarrollo y el apoyo de los profesores”
Ken Robinson
26:53
Ken Robinson. Vale. Lo del
gurú es verdad. Cuando… Permíteme que empiece diciendo que la gente a menudo
siente que es imposible cambiar el sistema educativo. Y creo que es importante
comprender qué clase de sistema es. Verás, no es un sistema mecánico. Hay
sistemas que se han construido para hacer algo y lo hacen de un modo
predecible. Pero no es un sistema inerte, ni funciona mediante algoritmos. Es
un sistema humano.Es lo que los teóricos llaman un “sistema adaptativo
complejo”. Eso quiere decir que está compuesto por múltiples elementos. Por
ejemplo, una palanca es un sistema mecánico simple. Es un ejemplo de sistema
mecánico. Una barra con un punto de apoyo que amplifica qué esfuerzo se le
aplica.Un avión es un sistema complejo. Está compuesto por millones de sistemas
simples. Pero, de momento, no se cambia a sí mismo. Los aviones no tienen
sentimientos respecto a dónde vuelan. “No quiero volver a Karachi, es un rollo
de sitio”. No hacen eso. Solo hacen para lo que están diseñados,
afortunadamente. Los sistemas humanos son distintos. Los sistemas humanos se
componen… Como el sistema educativo, que se compone, literalmente, de cientos
de millones de personas, en cientos de miles de instituciones con innumerables
intereses, innumerables puntos de interacción entre sí. Es altamente complejo,
está compuesto de acciones individuales cada día. Y todas están fluctuando. El
funcionamiento del sistema tiene unas características dominantes, pero es un
diseño dinámico y vibrante. Incluso cuando no lo parece. En segundo lugar,
cambia constantemente. Hay cosas que parecen ser constantes. Pero aun así, con
el tiempo, pueden cambiar mucho. También hay mucho espacio en el sistema para
la innovación. Se pueden hacer muchas cosas con la educación, con los sistemas
humanos. Se pueden hacer cambios en el sistema. Mucho de lo que pasa en las
escuelas en nuestros países no lo dicta la ley, sino que es lo que la gente se
ha acostumbrado a hacer, es un hábito.
29:30
Ken Robinson. Por ejemplo,
la mayoría de sistemas escolares no impiden que los profesores prueben otras
formas de enseñar. Mi esposa era profesora en Liverpool. Tenía 42 niños en
clase, tenían diez años. Su clase era una jaula de grillos. Y lo que hizo fue
ponerlos a trabajar siempre juntos, en grupos mixtos. La gente dice: “¿Cómo
enseñas a 42 niños todo el día?”. Pues los pones a trabajar juntos. Les enseñas
juntos. Su escuela era un lugar muy interesante, el director fomentaba la
colaboración entre los distintos profesores para que trabajaran sus puntos
fuertes. Los directores pueden hacer eso. La ley no les exige ceñirse al camino
por el que va todo el mundo. Desde el sistema, se puede cambiar el sistema.
Puedes luchar por los cambios. Puedes salirte del sistema e ir a una escuela
alternativa. Quiero decir que hay flexibilidad y que el sistema está cambiando.
Y está cambiando, en parte, y esta es la parte optimista, porque hay fuerzas
que están alterando la educación.Una de ellas es, de esto quiero hablar luego,
que hay un creciente problema de desempleo entre la juventud. Cada día se rompe
la promesa que la educación hace a decenas de miles de niños. Es una energía
poderosa y perturbadora que se está acumulando en la población. La promesa de
la educación superior está fallando a muchos jóvenes. Cuando yo estaba en la universidad,
la idea era que si trabajabas duro, lo hacías bien y te sacabas una carrera,
tendrías un buen trabajo, pero la gente sabe que ya no es así. No digo que no
sea nunca así, pero ya no es una garantía, como lo era antes.También sabemos
que vamos a enfrentarnos a una enorme cantidad de innovaciones en la tecnología
digital y la inteligencia artificial que, con toda probabilidad, perjudicarán a
muchos puestos de trabajo que creíamos que eran territorio exclusivo de los
humanos. Vivimos en un mundo de fluctuaciones y cambios constantes. Y eso sin
tener en cuenta el asunto del clima y lo que está pasando en nuestro sistema
político. El sistema está fluctuando, está cambiando. Se resiste a algunos
cambios, pero hay muchos en marcha. Así que yo creo que hay varias opciones.
Una de ellas es, y creo que es un principio importante, que si trabajas en la
educación, entonces eres el sistema. Tú y todo el mundo.
31:58
Ken Robinson. No consiste en
decir: “Tienen que cambiar los demás”. Lo que tú haces forma parte de ello.
Cuando entras en clase, se cierra la puerta, todos esos niños te miran y te
prestan atención. Lo que ocurre a continuación, para ellos, es el sistema
educativo. A ellos les da igual quién sea el ministro de Educación, les da
igual el informe PISA nunca han oído hablar de Andreas Schleicher. Les da lo
mismo. Lo único que saben es lo que tú vas a hacer ahora.Y lo que tú les des,
lo que les pidas, cómo les respondas, eso es la educación para ellos.Por eso
siempre digo que el punto de partida eres tú. Eso decía Gandhi, ¿no? “Sé el
cambio que deseas”. “Sé el cambio que quieras ver”. Y luego trabaja, si tienes
la energía, las ganas y la voluntad, con otros profesores de la escuela para
ver si ellos también quieren cambiar las cosas. Y con los padres, si es posible.
Ten claro los cambios que creas que es importante acometer en la educación.
Está claro que hay grandes problemas. Es como con el medio ambiente. Hay muchos
intereses para que las cosas sigan como están, pero eso no quiere decir que no
haya espacio para el cambio. Fijaos en el movimiento Me Too ahora mismo.Ha
conseguido encender el polvorín de la ira y la frustración que la gente ya
sabía que estaba ahí, pero necesitaba algo, esa chispa que ha iniciado el gran
cambio.Yo creo que eso es lo primero. Hay espacio para el cambio si tienes la
voluntad de hacerlo y las ganas para intentarlo. No tiene por qué cambiar el
mundo. Pero lo que tú hagas por tus alumnos cambia su mundo. Una ceja levantada
puede cambiar el mundo de los niños con los que trabajas. Y creo que es
importante no subestimar eso nunca: tu poder como profesor en la escuela. Y si
te parece demasiado y te sientes sobrepasado, dedícate a otra cosa. Lo digo en
serio. No estoy animando a la gente a dejar la educación, pero tienes que
tenerlo claro. En fin, también es tu vida. Yo creo que es importante que te
pongas en primer lugar. Tienes que estar fresco. Si sientes que esto te agota,
tienes que hacer otra cosa durante un tiempo. O hallar la manera de encontrar
el equilibrio.
34:13
Ken Robinson. Hace unos años
escribí un libro titulado The element. ¿Está en español? Lo voy a decir en
español. Se llama El elemento. Ahí queda eso. Es una forma en la que la gente…
Consiste saber que estás haciendo lo más auténtico, que estás haciendo aquello
con lo que más te identificas. La semana pasada, Terry, mi esposa, y yo,
viajamos a París. Y estuvimos comentando: “Yo no sé cómo lo hacen los
políticos. Se pasan la vida en aviones, yendo de reunión en reunión, rodeados
de cámaras y micrófonos para analizar todo lo que dicen… ¿Quién querría hacer
eso?”. Pero está claro que a ellos les encanta. Y eso a mí me parece una
observación importante, que si estás haciendo algo… Estar en tu elemento
consiste en dos cosas: encontrar las cosas que se te dan bien y que, además, te
encanta hacer. Si te encanta hacer algo que se te da bien, no volverás a
trabajar en tu vida, como dijo Confucio. Sabes que estás haciendo lo que estás
destinado a hacer o lo que es bueno para ti por dos razones. Una es, por
ejemplo, que cambia la percepción del tiempo. Si estás haciendo algo que amas,
una hora puede parecerte cinco minutos. Miras el reloj y piensas: “Cómo pasa el
tiempo”. Si estás haciendo algo que no te gusta, cinco minutos parecerán una
hora. Miras el reloj y piensas: “¿Esto se mueve o qué?”. Otra cosa es que, si
estás en tu elemento, si estás haciendo algo que amas, recibes energía de ello.
Para mí, hay una diferencia importante entre energía espiritual y física. Y ya
sabéis a lo que me refiero. Aquí no utilizo “espiritual” en el sentido
religioso, sino en el sentido en que estás animado o desanimado. Si estás
haciendo una actividad que amas, puedes seguir incluso si estás físicamente
agotado y a punto de desfallecer. Fijaos en la gente que corre maratones.
“La educación superior está
fallando a muchos jóvenes. (Antes) si trabajabas duro, y te sacabas una
carrera, tendrías un buen trabajo. Eso ya no es así.”
Ken Robinson
36:18
Ken Robinson. Siguen y
siguen hasta que cruzan la línea de meta, y solo entonces se derrumban. Pero,
sin llegar a tanto, puedes hacer cosas que te agoten físicamente, que te dejen
hecho polvo, pero puedes estar a tope. Sientes dolor, pero estás entusiasmado.
Del mismo modo, si haces algo que no te gusta, puedes estar físicamente bien
pero completamente abatido y desolado. Y de lo que me doy cuenta con el
elemento es que si haces algo que amas, no te quita energía, sino que recibes
energía al hacerlo. Hacerlo te carga espiritualmente.Y eso pasa con las
actividades y con la gente, ¿no os parece? Hay gente que te da energía. Solo
estar en su presencia te hace sentir mejor. Cuando vas al trabajo, lo ves venir
y piensas: “¡Qué bien que hayan venido!”. Te vienes arriba.Del mismo modo, a
veces ves a alguien que viene hacia a ti y piensas: “No fastidies. ¿Ahora? ¿No
podemos dejarlo para luego?”. Porque te absorben la energía. Y lo sabemos,
simplemente es así. No lo digo por ti en particular, solo aprovecho la ocasión
para decirlo. Enseñar es un trabajo muy exigente físicamente. Es un trabajo muy
exigente emocionalmente.En el mejor de los días, te entusiasma. Una lección
quizá haya ido muy bien, o una situación con un niño, algo que has planeado ha
salido muy bien. Pero hay muchas cosas con las que los profesores tienen que
lidiar que son agotadoras. Todo el tema de la administración, los exámenes, el
solucionar los problemas que surgen en el día a día. Y hay que verlo todo en su
conjunto. En conjunto, ¿esto me aporta algo o no? ¿O antes sí pero ahora no? Y
yo siempre le digo a todo el mundo que si tienes elección, y si sigues
amándolo, sigue haciéndolo. Pero si necesitas un tiempo para dedicarte a otra
cosa o un tiempo para irte a otro lugar, entonces deberías probar a hacerlo,
dentro de tus posibilidades.
38:25
Ken Robinson. He comprobado
que cuando la gente cambia de tercio… Quizá te ayude cambiar a niños de otras
edades. La enseñanza no es homogénea. Conozco a gente a la que le encanta
trabajar con niños pequeños y no podrían soportar estar en una clase llena de
adolescentes. Y a otras personas les pasa todo lo contrario: están en su salsa
con chavales de 15 años. Pero ponles a diez niños de tres años y estarán
totalmente perdidos, no sabrán qué hacer con ellos. Así que yo creo que todo
esto lo resume. Consiste en analizar la situación y, entonces, si te sientes
capaz o tienes oportunidad, o tienes ganas de un mayor cambio social,
involúcrate en ello también.
Ken Robinson - ¿Qué hace
falta para ser un buen profesor?
“Enseñar es un arte”
Ken Robinson
39:07
Jorge Ruiz. Hola, Ken, mi
nombre es Jorge. Soy músico. Parte de tu trabajo, o casi todo, versa en torno
al concepto de creatividad. Y curiosamente hay mucha confusión, hay mucha gente
que no lo entiende bien. Y tú, además, dices que la escuela mata la
creatividad. Así que la pregunta sería: ¿Qué es para ti creatividad?
Ken Robinson. No lo sé.
¿Cómo te llamas?
Jorge Ruiz. Jorge
39:45
Ken Robinson. Jorge, yo… Yo
nunca he dicho que las escuelas maten la creatividad. Pero cuando hice la
charla en TED, le pusieron un título. Y el título que pusieron fue: “¿Matan las
escuelas la creatividad?”. Entre signos de interrogación. Un poco más tarde lo
cambiaron pero les hice dejarlo como estaba, porque no digo que todas las
escuelas maten la creatividad automáticamente y que sea inevitable. Lo que digo
es que las escuelas no la cultivan del modo en que deberían. Y si no se
cultiva, tiende a desaparecer. Así que… Yo creo que tienes razón al decir que a
la gente le confunde esta idea. A finales de los años 90, presidí una comisión
sobre la creatividad en la educación para el Gobierno del Reino Unido. Recuerdo
que en el Reino Unido teníamos una estrategia nacional de alfabetización. Mucha
gente creíamos que también hacía falta una estrategia de creatividad. Por
razones de las que podemos hablar luego, si quieres. El Gobierno me pidió que
formara una comisión. Así que reuní a un grupo de 15 personas para trazar un
plan y una estrategia práctica para promover la creatividad en las escuelas.Os
preguntaré algo: si vosotros tuvierais que hacer esto, si tuvierais que juntar
a 15 personas para defender y planificar una educación creativa, ¿a qué 15
personas elegiríais? Es decir, no penséis en… Bueno, podéis pensar en personas
concretas, pero ¿qué tipo de personas? ¿Personas de qué categorías meteríais en
un grupo así?
41:53
Público. Niños
Ken Robinson. Niños, sí. O
adultos “infantiles”. Decidme.
Público . Artistas.
Ken Robinson. Artistas,
profesores…
Público. Madres…
Ken Robinson. Madres, sí.
¿Cómo dices?
Público . Inventores
Ken Robinson. Inventores
Público. Abuelos
Público. Emprendedores
Ken Robinson. ¿Cómo has
dicho?
Público . Abuelos
Ken Robinson. ¿Abuelos?
Emprendedores, sí.
Público . Psicólogos.
Ken Robinson. Psicólogos.
Público . Madres
Ken Robinson. Madres.
¿Padres no? ¿Alguno más?
Enhamed Enhamed. Personas
con discapacidad.
Ken Robinson. Sí, así es.
¿Por qué?
Enhamed Enhamed. Porque creo
que la gente con discapacidad se enfrenta a diferentes desafíos y adversidades
cada día. Así que a lo mejor encuentran otras formas de desenvolverse.
Básicamente.
Ken Robinson. Sí, así es.
Creo que esa es buena. ¿Cuál es tu…? ¿Te gusta la palabra “discapacidad”? ¿Te
parece bien utilizarla?
Enhamed Enhamed. Puede. Es
la mejor que se me ocurre en inglés. Hace solo cuatro años que aprendí inglés.
Ken Robinson. ¿De verdad?
¿De dónde eres?
Enhamed Enhamed. Soy de
aquí, de España.
Ken Robinson. Vale. ¿Y cuál
es tu discapacidad?
Enhamed Enhamed. Soy ciego.
Ken Robinson. ¿Y eres ciego
de nacimiento?
Enhamed Enhamed. No, perdí
la vista a los ocho años.
Ken Robinson. Ya. ¿Y fue a
causa de un accidente? ¿Cómo ocurrió?
Enhamed Enhamed. No, fue una
enfermedad.
43:28
Ken Robinson. ¿Ah, sí? ¿Fue
paulatino o repentino?
“Estar en tu elemento
consiste en encontrar las cosas que se te dan bien y que, además, te encanta
hacer.”
Ken Robinson
Enhamed Enhamed. Fue
repentino, en cinco segundos.
Ken Robinson. ¿En serio?
Enhamed Enhamed . Sí.
Ken Robinson. ¿Te puedo
preguntar qué enfermedad era?
Enhamed Enhamed . Glaucoma.
Ken Robinson. Ya. ¿Y tan rápido fue?
Enhamed Enhamed . Sí, porque
me tocó la retina.
Ken Robinson. Sí, ya. Así
que fue literalmente como apagar un interruptor.
Enhamed Enhamed. Sí,
exactamente.
43:47
Ken Robinson. Te pregunto
porque el secretario de Estado… Bueno, antes de eso, fui a una escuela especial
cuando era niño, como decía antes. Y…
Enhamed Enhamed. Sí, yo
también.
Ken Robinson. Así que,
bueno… Había niños con todo tipo de discapacidades aparentes. Digo “aparentes”
por un motivo. Había niños que tenían polio, de esos éramos bastantes, niños
con parálisis cerebral, niños ciegos, con visión parcial, sordos, niños con
problemas de corazón, asma… Había personas de todo tipo. Y… Lo que me llamaba
la atención… Había un niño que se sentó a mi lado durante años que tenía
parálisis cerebral. La parálisis cerebral es algo terrible porque suele estar
provocada por un daño en el cerebro, una lesión cerebral de alguna clase. Y
como cualquier otro tipo de discapacidad física, no significa que haya ningún
tipo de deficiencia mental o emocional, es un problema motor. Y en la parálisis
cerebral lo que pasa es que para hacer algo tan simple como estirar el brazo
así, hay que contraer unos músculos y relajar otros. Y el efecto que tienen
algunas de estas lesiones cerebrales en la capacidad motora es la falta de
coordinación. Los músculos que tienen que relajarse, no lo hacen, no se
coordinan, así que te pasas todo el tiempo peleándote contigo mismo. No puedes
hacer llegar el mensaje del cerebro directamente a los músculos para que se
comporten de la forma que la gente considera natural. También puedes imaginarte
el efecto que tiene en los músculos de la cara. Hablar conlleva una
coordinación altamente compleja de músculos faciales. Y si no se coordinan,
pues, en fin, la voz sale a duras penas y a menudo se te cae la baba también.
Es como cuando vas al dentista, que no puedes mover la boca. Así que es algo
terrible, porque parece que tengan también graves problemas mentales, que
podrían tenerlos, pero lo más seguro es que no sea así.En cualquier caso, este
chico que se sentaba junto a mí, sus brazos estaban encogidos y no podía coger
un lápiz. Pero podía coger un lápiz con los pies. Con los dedos de los pies.
Así que subía la pierna y se ponía a escribir con el lápiz entre los dedos.
Tenía muy buena caligrafía. Era mejor que la mía, de verdad. Nunca he
conseguido dilucidar si aquello podía considerarse “escribir a mano”.
¿”Escribir a pie”? Pero se le daba muy bien.
46:39
Ken Robinson. Pero lo
mencionaba porque toda la gente que conocí allí no se definía por su
discapacidad. Solo era algo con lo que estaban lidiando. Y seguro que… Bueno,
no quiero dar nada por hecho en tu caso, pero ellos no es que dijeran: “Soy
sordo, eso es todo lo que necesitas saber”. Además, eran sordos. Es curioso
cómo la comunidad sorda forma una especie de cultura, porque tienen los
lenguajes de signos. Uno de los indicadores de una cultura es un código
lingüístico característico. Y ellos tienen uno. Bueno, tienen varios. Pero no
es, como tú… ¿Cuál era tu nombre? ¿Cómo te llamas?
Enhamed Enhamed. Enhamed.
Ken Robinson. ¿Enhamed?
Enhamed Enhamed. Sí.
Ken Robinson. Sí. Supongo
que, en tu caso, no dices: “Eso es todo lo que tenéis que saber: Soy ciego.
¿Qué más puedo decir?”. Es solo algo con lo que tienes que lidiar. Pero también
tienes que luchar con todo lo que lucha el resto de la gente: como ser una
persona, conseguir un trabajo, ir a trabajar… Es solo que algunas cosas te
resultan mucho más difíciles. Tienes que esforzarte más. Y seguro que también
tienes que lidiar con cosas emocionales. A mí, de pequeño, no me importaba tener
polio. De verdad que no. Era una molestia, pero nada que me fuera a impedir
hacer algo que quisiera hacer.Y no he usado bastón en toda mi vida hasta hace
poco. No me molestaba. Estaba en forma y corría, era mucho más ágil. Me recorrí
toda Europa haciendo autoestop, no fue un impedimento. Tampoco es que quisiera
participar en el Tour de Francia, la verdad. Aun estando sano, tampoco lo
habría hecho. Pero toda la gente que conocía, en fin… Tenían vidas interiores
complejas como cualquier otra persona. Y el problema con el tema de la
discapacidad es que la gente te define por ella. “No necesitamos saber nada más
de ti”. Suponen que es lo más importante de sus vidas, y quizá no lo sea. Puede
que haya algo completamente distinto en esas personas. Y lo que es totalmente
cierto es que la gente tiene todo tipo de habilidades más allá de las que
atraen la atención de la gente. Creo que uno de los problemas para la gente de
educación especial es que nuestro sistema, en general, tiene una visión muy
limitada de lo que es una habilidad. Se define mayormente en términos de
lingüística y matemáticas.Y… Como tenemos una visión tan limitada de la
habilidad, acabamos con una idea muy grande de la discapacidad. Pero si tienes
una idea más amplia de la habilidad, entonces nuestra discapacidad percibida
ocupará otro lugar entre la infinidad de cosas que la gente es capaz de hacer.
Otra cosa es que, en mi vida, todavía no me he encontrado…
49:21
Ken Robinson. Bueno, a lo
mejor hay alguien aquí, pero yo no me he encontrado todavía, en mi vida
profesional o personal, a alguien que no tenga necesidades especiales. Las
tiene todo el mundo. Todos. A veces están a la vista, a veces parece obvio qué
es lo que puede ser. O puede que no lo sea. Puede ser una cuestión de género o
de necesidad, puede ser una cuestión emocional relacionada con su propio
pasado, con sus relaciones, con el concepto que tienen de sus propias
habilidades, una obsesión por su apariencia… Todo el mundo, sea quien sea. Si
leéis novelas, ya sabéis de lo que estoy hablando. Todo el mundo tiene
problemas. Todo el mundo tiene que lidiar con cosas. El problema con las
necesidades especiales, en mi opinión, es que se mete a todo el mundo en el
mismo saco, se les encuadra en una categoría general según cada caso. Se les
define por su discapacidad.Durante un tiempo, yo estuve involucrado en el
movimiento del arte de discapacitados. Y hay estupendos ejemplos… Es lo que tú
decías antes. Hay estupendos ejemplos de cómo se acentúan y se desarrollan
otras habilidades de una manera que no lo hubieran hecho si no hubiera sido
porque han tenido que enfocarse de un modo particular. Otra razón por la que me
impacta tu caso es que un secretario de Estado que teníamos en Inglaterra
cuando formé la comisión era ciego. Era el secretario de Educación y había
nacido ciego en una familia monoparental, en una ciudad industrial del norte de
Inglaterra. No se dio cuenta de que era ciego hasta los cuatro años. No tenía
ni idea. Es algo curioso, ¿no os parece? Como nunca había visto, no era
consciente de que no podía. No fue hasta los cuatro años que se dio cuenta de
que los demás hacían cosas que él no hacía. Y tardó mucho en averiguar de qué
se trataba. Él sigue sin saber qué es la visión porque nunca la ha tenido.
Ken Robinson - ¿Qué hace
falta para ser un buen profesor?
“Todo el mundo tiene
capacidades creativas.”
Ken Robinson
51:14
Ken Robinson. Pero llegó a
ser secretario del Interior del país, uno de los políticos más importantes del
Gabinete. Obviamente, tenía que hacer el mismo papeleo que los demás, es una
cuestión tremendamente compleja. Pero bueno… El caso es que había una estrategia
nacional de alfabetización y yo creía que hacía falta una estrategia de
creatividad. Recuerdo que este hombre que había encargado el informe decía que
el problema de la creatividad es que no puede definirse. Yo recuerdo decirle:
“No, el problema es que tú no puedes”. Así que nos propusimos definirla.
Trajimos a un grupo de artistas, artistas visuales, diseñadores,
neurocientíficos, economistas, empresarios… Había de todo. Pedimos
asesoramiento por todo el país. El motivo por el que esto se debió plantear
antes es porque había conceptos erróneos sobre la creatividad y quería
abordarlos en la composición del grupo. Si le preguntáis a la gente cómo de
creativos son, muchos te dirán que no son muy creativos. Adultos. Y yo creo que
la razón es que piensan que les estás preguntando: “¿Eres artístico?”. Y
entonces ellos piensan: “Bueno, yo no toco la guitarra, o no hago esto, o no
pinto… Así que no soy muy creativo”.Pero yo me refiero a la creatividad como
una función de la inteligencia. Se puede ser creativo en cualquier cosa
relacionada con la inteligencia humana: ciencia, matemáticas, diseño,
ingeniería, relaciones sociales, llevar un negocio… Cualquier cosa que conlleve
utilizar la inteligencia es un trabajo creativo en potencia. Para mí, hay tres
palabras: imaginación, creatividad e innovación. La imaginación es el comienzo,
es la habilidad de pensar en cosas que no están presentes. Así que, como vemos,
los seres humanos parecen tenerla en mucha más abundancia que cualquier otra
criatura. Porque con la imaginación no estás limitado al aquí y al ahora.
Puedes anticiparte, reflexionar, verlo desde fuera, especular, conjeturar,
hacer suposiciones.
53:26
Ken Robinson. La creatividad
es un paso más allá, es poner a trabajar la imaginación. Es aplicar la imaginación.
Y la diferencia es que puedes pasarte el día imaginando, pero para ser creativo
tienes que hacer algo. Es el proceso práctico de crear algo. Y puede ser una
teoría matemática, o puede ser… Cualquier cosa dentro de los límites de la
invención e ingenio humanos. Así que la definimos del siguiente modo: La
creatividad es el proceso de tener ideas originales que tienen valor. El
proceso es importante porque, a menudo, es un proceso, no un suceso. Seguro que
vosotros lo sabéis. Un músico, cuando está componiendo, normalmente no… Le pasó
a Mozart unas cuantas veces, pero es raro que todo le salga tal cual, sin
cambios.A menudo, los procesos creativos consisten en hacer borradores
constantemente. Y a menudo acabas con algo que no tiene nada que ver a como era
al principio. El producto final no es siempre lo que querías. Así que es un
proceso. Tiene que ser original. No tiene por qué ser original para todo el
mundo, pero tiene que ser algo nuevo para ti. Si te fijas en dibujos de niños
de cinco años, son originales en el sentido en que ellos nunca han hecho nada
parecido antes. Están rebasando sus límites. Pero no puedes comparar los
dibujos de niños de cinco años con el techo de la Capilla Sixtina, ¿vale? No
sería justo, ¿verdad? Arrastrar un niño hasta Roma, señalar al techo y decirle:
“Se hace así. No me hagas perder el tiempo”. Y tiene que tener valor. El
proceso creativo requiere juicio crítico constante. Así que nos propusimos
investigar cómo encajar eso en las diferentes áreas del plan de estudios y lo que
significaba para la enseñanza y el aprendizaje, para la pedagogía. Se tiene el
concepto erróneo de que es una cosa del arte. Y no es verdad, es para todo.
Otro concepto erróneo es que es para gente especial. Y no lo es. Todo el mundo
tiene capacidades creativas. Y el tercer concepto erróneo es que no puede
mejorarse, seas creativo o no. Eso no es cierto. Puedes ayudar a la gente a ser
más creativa comprendiendo cómo funciona y adquiriendo las destrezas para
hacerlo mejor.
56:43
María Luisa. Hola, mi nombre
es María Luisa. Es un honor. Soy madre de una niña de nueve años y me pregunto:
si un día mi hija me dice que quiere dejar de estudiar, ¿cómo lo enfoco? ¿Qué
le diría usted?
“El proceso del arte y la
ciencia es muy similar, solo varía el producto final.”
Ken Robinson
Ken Robinson. Tendría que
conocer a tu hija para responder a esa pregunta. Nosotros tenemos dos hijos. Ya
no tienen nueve años. Nuestra hija tiene veintinueve y nuestro hijo treinta y
cuatro. Pero tuvimos que criarlos y, como todos los padres, especialmente con
el primero, no era para nada lo que nos esperábamos. Es un proceso constante de
improvisación, de ensayo y error. Hay que alcanzar un equilibrio, ¿verdad?
Entre dejar espacio para el desarrollo de tus hijos… ¿Tienes una o más de una?
María Luisa. Solo una.
57:51
Ken Robinson. Hay que
dejarles espacio para crecer y desarrollarse como las personas singulares que
son. Y cualquiera que dude que cada niño es diferente, es que no tiene hijos.
La idea de que los niños nacen como una hoja de papel en blanco es una
chorrada. Las personalidades de niños empiezan a expresarse desde el momento de
su nacimiento. Nuestros dos hijos se quieren, se parecen en muchos sentidos,
comparten los mismos genes, se criaron en la misma casa.En muchos sentidos se parecen…
Pero en otros muchos no podrían ser más distintos. Yo soy uno de siete hermanos
y todos somos distintos. Nos parecemos en algunas cosas, pero somos totalmente
diferentes en otras. Así que tendrías que conocer a tu hija y saber por qué
quiere dejarlo. ¿Quiere dejar la escuela o esa escuela? Otra forma de enfocar
esto como padre es que parte de nuestro papel, en mi opinión, aquí hay mucha
controversia al respecto, no es proporcionarles libertad, sino establecer
límites. Y también reconocer que, en cierto modo, tú sabes más que ellos sobre
algunas cosas.Y a veces hay una tendencia, me parece a mí… No digo que este sea
tu caso, pero sé de cuando vivíamos en Los Ángeles que los padres pueden
volverse demasiado indulgentes con sus hijos. Y se creen que todo lo que dicen
tiene que ir a misa, en plan: “Nosotros no sabemos nada. Ellos tienen tres años
y saben mucho más que nosotros”. Pues la verdad es que no, no lo saben todo.Y
parte del deber como padres es intentar discernir qué es lo que más les
conviene. Eso no quiere decir que vayas a tener siempre razón. Pero tienes que
encontrar el equilibrio correcto. Y esa es una de las grandes responsabilidades
y uno de los grandes desafíos de ser un buen padre. No hay que intentar ser
siempre su amigo y hacer lo que ellos dicen que les gustaría hacer. Yo lo sé.
Ahora pienso en mis padres, y yo no me habría centrado en mi educación si no
hubiera sido por la presión que ejercieron sobre mí. Yo no quería hacerlo.
59:53
Ken Robinson. Yo iba a la
escuela… A pesar de todo lo que he dicho, estamos hablando de Liverpool en los
años sesenta. Los Beatles (Bítels) estaban tocando al final de la calle. No me
apetecía meterme en casa a estudiar latín. Un hermano de John y mío, Ian (Ían),
está en una banda de rock. Él estaba ensayando y yo estaba en la habitación
contigua haciendo los deberes de latín. Es lo último que me apetecía hacer.
Pero resultó que al final… Los padres también… Otra cosa que tienen que hacer
los padres es intentar tener una visión más amplia de la que se le puede pedir
a un niño.Porque tienes la ventaja de haber vivido y visto más cosas, y saber
que puede haber beneficios no inmediatos que para ellos pueden no ser obvios
cuando son jóvenes. No significa que les tengas que agobiar, pero es parte de
ser padre. Este año he publicado un libro. Se llama Tú, tu hijo y la escuela.
Trata justamente de esto y de cómo los padres manejan la educación de un hijo.
Por cierto, este libro es estupendo. Ahí lo dejo. Deberíais comprarlo. Ahora
mismo.No, pero trata sobre eso, sobre diferentes estilos de paternidad. Así que
esa pregunta… No podría responder a la pregunta. Pero, en general, yo diría que
hay situaciones en las que los niños puede que sepan qué es lo mejor para
ellos, y a veces eso es así. Y otras veces que no lo saben. Es parte de la
madurez emocional. Con el tiempo, bajo las circunstancias adecuadas, nuestro
impulso emocional no es equilibrarnos a partir de nuestra cuidada planificación
y control. Y a veces las cosas que los niños quieren no les convienen. Por cierto,
una de las áreas de la educación que más me interesa, hablo un poco de ello en
este nuevo libro, son las escuelas democráticas. Así como escuelas alternativas
como Summer Hill (Sámer Jil). Bueno, y un montón más. Son escuelas en las que
los niños pequeños juegan un papel central y activo en la gestión de la
escuela.
Ken Robinson - ¿Qué hace
falta para ser un buen profesor?
“La creatividad es el
proceso de tener ideas originales que dan valor.”
Ken Robinson
1:03:02
Ken Robinson. En las que
trabajan juntos para tomar decisiones. En algunas escuelas democráticas no
deciden solo sobre las normas, sino sobre la contratación y el despido del
personal. Están involucrados de una forma central y ejecutiva en la gestión de
la escuela. Y de lo que te das cuenta si implicas a los niños de una forma
seria, si les das un poder real en la escuela, en vez de un poder de mentira y
una voz de mentira, desde una edad muy temprana ejercen un juicio colectivo
tremendamente sensible. Veréis, yo he visitado estas escuelas. Hay un libro
magnífico de mi amigo Jerry Mintz que trata sobre las escuelas democráticas.
Hay toda una red de escuelas en Israel dirigidas o financiadas por un hombre
magnífico llamado Jacob Hecht y su esposa Shirley.Y estas escuelas no dejan de
demostrar que los niños son capaces de emitir juicios y evaluaciones muy
sensibles y profundas, si saben que tienen una responsabilidad y que de ellos
depende hacer lo correcto. Pero lo que pasa entonces es que… Y desde una edad
muy temprana… Que ese tipo de toma decisiones colectiva, los controles y
equilibrios colectivos, los argumentos a favor y en contra que se generan, son
un proceso diferente del que puede conseguir un niño irritado y frustrado por
sus circunstancias y que quiere salir de ahí. Todo forma parte de la
complejidad de la infancia. Así que el hecho de que jugar un papel como padre
no significa que haya que decirles siempre a los niños qué es lo que tienen que
hacer y que no se les dé más responsabilidad. Si no conocéis las escuelas
democráticas, algunos de vosotros seguro que sí, pero a lo mejor otros no, os
recomiendo que las investiguéis, porque yo creo que son el futuro.
1:03:54
Francisco Mora. Mister
Robinson, mi nombre es Francisco Mora. Medicina Complutense aquí en Madrid.
Empezamos a conocer el papel importante de la emoción en los procesos
cognitivos del cerebro. Mi pregunta es: ¿Qué reflexión le merece el valor de la
emoción sobre el aprendizaje y la memoria en los estudiantes y en la enseñanza
en los profesores? Muchas gracias, es un placer tenerle aquí con nosotros.
1:04:37
Ken Robinson. Gracias. Uno
de los problemas, en mi opinión, de nuestro sistema educativo, en rasgos
generales, es que desde el siglo dieciocho, en el pensamiento occidental, hemos
permitido que se abriera una brecha entre intelecto y emoción. Consideramos que
ambas cosas no están relacionadas, y que el intelecto, la inteligencia tiene
que ver con la razón, la lógica y el juicio basado en evidencias. Y que los
sentimientos y emociones son, de algún modo, perjudiciales y hay que contenerlos.Por
eso desde el nacimiento de la psiquiatría a finales del siglo diecinueve, casi
todo el esfuerzo y los libros que se han escrito se han centrado en los
aspectos negativos de la emoción. Estamos hablando de trastornos emocionales,
enfermedades emocionales, psicosis, de gente distraída o torturada por sus
sentimientos. No quiero decir que no haya emociones negativas. Está claro que
las hay.Pero hay que contraponerlas al gran espectro de emociones positivas que
guían a la humanidad, la colaboración y el progreso. El amor, la compasión, la
alegría, el placer, el entusiasmo y la euforia, la expectativa… Estas no son
ajenas a la experiencia humana, son lo que nos impulsa en determinadas
direcciones. Y hay una íntima relación entre lo que pensamos, nuestros procesos
intelectuales, y los sentimientos subyacentes que los guían. Por ejemplo, si se
observa lo que sucede en la mayoría de nuestros sistemas políticos, personas
con probadas capacidades intelectuales defienden puntos de vista completamente
diferentes en asuntos que uno pensaría que, si solo estuvieran impulsados por
la razón, se pondrían de acuerdo.Pero cuando profundizas, resulta que sus
discusiones están guiadas por el sentimiento, el cual están racionalizando. Se
puede ver en las elecciones americanas recientemente, por ejemplo. Cualquier
evaluación razonable de lo que ha estado teniendo lugar demostraría que los
argumentos no se sostienen sobre ninguna base ni evidencia. Pero son esgrimidos
por personas razonables desde una posición emocional.
1:07:20
Ken Robinson. En temas como
raza, género, inmigración y demás. No exclusivamente, pero es muy común en
estos temas. Y creo que es muy importante que intentemos reconectar la idea de
sentimiento y conocimiento. Por varias razones. Una es que los sentimientos son
una forma de cognición. No son ajenos a la cognición. Es decir, por ejemplo…
Nuestros sentimientos surgen como evaluaciones de nuestras relaciones con las
cosas.Si yo os dijera que alguien ha muerto, tal vez alguien que conocíais, yo
no podría, de primeras, saber cuáles serían vuestros sentimientos.Bueno, podría
ser razonable pensar que si alguien que conoces muere, y no digo que os pasara
a vosotros, hablo en general, estarás disgustado. Puede que no, puede que estés
encantado, puedes que estés emocionadísimo. Todo depende de la relación que
tuvierais. Si te caía bien, si no te caía bien, la influencia que haya tenido
en tu vida, lo que hayáis vivido juntos… No se puede saber. Nuestros
sentimientos son apreciaciones, son evaluaciones de lo que está pasando. Y se
ven afectados por lo que sabemos de la situación y por lo que pensamos sobre
ella. Por ejemplo, el racismo, en sus distintas formas, tiene su origen en unas
percepciones determinadas sobre otros grupos culturales. Lo que opines de sus
prácticas, a veces nuestro miedo a lo diferente. A veces puede ser verdad y
otras veces no. Yo estuve mucho tiempo trabajando en Irlanda del Norte en el
proceso de paz. Había gente de diferentes comunidades religiosas que, en todos
los demás aspectos eran iguales: se habían criado en el mismo pueblo, tenían un
acervo cultural similar… Si mirabas a la gente que había en la sala, todos
parecían ser exactamente iguales.
“Cuanto antes podamos
reparar el puente entre la Ilustración y el Romanticismo, antes tendremos un sentido
mucho más holístico de nuestro futuro como especie.”
Ken Robinson
1:09:23
Ken Robinson. Pero había una
brecha entre ellos que, en algunos casos, desembocaba en asesinatos. Todo por
su percepción de las ideas y valores de los demás. El proceso de paz consistía
en… Nosotros medíamos cómo se veía la gente, lo que pensaban que eran y el
valor que tenían. La manera de abordar el cambio emocional, a menudo, es
trabajar con la cognición de las personas sobre una situación. Pero no sirve de
nada arrinconar los sentimientos como si no tuvieran importancia. Obviamente la
tienen. La buena noticia es que ha habido un movimiento muy fuerte en los
últimos años, la llamada “psicología positiva”, los aspectos positivos del
sentir, de reconocer que son una parte central de la experiencia humana. Una
manera que uso mucho para demostrar cómo estas cosas están conectadas es
desafiar los estereotipos que tiene la gente sobre las artes y las ciencias.En
las escuelas, por ejemplo, a menudo se piensa que la ciencia es la parte
rigurosa e intelectual del aprendizaje. Y que las artes es donde la gente da
rienda suelta a su creatividad. Y que ahí es donde pueden expresar algo,
expresar sus sentimientos. Durante un tiempo hemos vivido con esa idea. Siempre
se ha dicho que la ciencia es cosa del intelecto y que el arte es cosa del
sentimiento.Es como si pudieras centrarte en el intelecto hasta la hora de
comer y por la tarde centrarte en los sentimientos. Pero el hecho es que la
ciencia es altamente disciplinada, más o menos. La investigación científica, el
método científico se supone que está basado en la razón y las evidencias. Pero
los científicos son personas altamente apasionadas, guiadas por la intuición.
Michael Polanyi, en su libro “Personal knowledge”, hablaba muy inteligentemente
sobre esto hace años. Hablaba de las pasiones intelectuales de la ciencia. A
las personas las guía el placer por lo que hacen.
1:11:11
Ken Robinson. Fijaos en los
estallidos que se producen en las salas de control de los programas espaciales
cuando consiguen su objetivo y sale a relucir toda la emoción. Eso es lo que
los guía. Y lo que intentan es que sus sentimientos no nublen lo que están
haciendo, pero a menudo pueden hacerlo. Los sentimientos negativos pueden
interponerse. Pero el impulso de descubrir, el impulso de la curiosidad, de la
emoción y la pasión que guían al proceso científico, son fundamentales para el
éxito. Y a su vez, no son investigadores sin escrúpulos que van de un
experimento a otro hasta llegar a una conclusión. A menudo, y Polanyi habla
sobre esto, un científico tendrá una corazonada, que acaba convirtiéndose en
una hipótesis sobre lo que van a empezar a investigar. Y entonces utilizan el
método científico para ver si es correcta o no. Y a veces es como un momento
eureka, es un momento… Es como cruzar una brecha heurística en la que puedes
ver la solución, pero tienes que encontrar la manera de corroborarlo. A su vez,
trabajar en las artes es profundamente disciplinado y objetivo. Bueno, vosotros
lo sabéis, fijaos en la cantidad de horas de estudio, de práctica, de
disciplina que cualquiera tiene que dedicar para dominar un instrumento
musical. Fijaos… Yo, por ejemplo, he trabajado mucho tiempo con bailarines. Soy
miembro de la junta del Royal Ballet (Róyal Bálet), soy mecenas de la Escuela
de Danza Contemporánea de Londres. Y si vierais el rigor, la objetividad y la
precisión matemática que impulsa el trabajo de las artes escénicas… Son
representaciones exageradas. Esto no quiere decir que todo sea lo mismo,
obviamente no lo es. Pero el proceso del arte y la ciencia es muy similar, solo
varía el producto final.Y yo creo que cuanto antes podamos desechar esta idea
de que los sentimientos son malos, de que la ciencia siempre tiene razón, de
que son procesos solo rigurosos y lógicos, que los otros son creativos, que uno
está todo sentimiento y el otro carece de él… Cuanto antes podamos desechar eso
y reparar ese puente entre la Ilustración y el Romanticismo, antes tendremos un
sentido mucho más holístico de nuestro futuro como especie.
Francisco Mora. Gracias.
Ken Robinson - ¿Qué hace
falta para ser un buen profesor?
1:13:08
Eva Millet. Hola, señor
Robinson. Mi nombre es Eva. Soy periodista, escritora y también tengo dos
hijos. Le quería preguntar: Además de la creatividad, ¿qué habilidades
necesitan nuestros jóvenes, nuestros niños, para el futuro que viene? ¿Cuáles
serían para usted las tres habilidades clave para nuestros hijos?
1:13:59
Eva Millet. Se habla mucho
sobre destrezas del siglo veintiuno. La cuestión es que algunos de los desafíos
a los que nos enfrentamos ahora, sin duda, son exclusivos de nuestros tiempos.
Ninguna generación en toda la historia ha crecido en una cultura digital como
la que está viviendo esta generación. En fin, la gente de mi generación nos
adaptamos al mundo digital. Empezamos viviendo en un mundo analógico de
televisión y libros. Y la cultura digital lo ha cambiado todo, de eso no hay
duda.O ha afectado a todo, debería decir. Cuando di la charla en TED en dos mil
seis, recuerdo decir: “Nadie sabe cómo será el mundo dentro de cinco años”.
Bueno, no hace falta ser vidente para decir eso. Pero es curioso que el
smartphone, más concretamente el iPhone, no había salido aún, no salió hasta el
año dos mil siete.Y cuando piensas en el impacto que el iPhone y similares han
tenido en poco más de diez años sobre el trabajo, la socialización, los hábitos
mentales, las relaciones… era imposible de imaginar. Ni siquiera la gente de
Apple sabía, en dos mil siete, lo que iban a provocar. Sé que no, porque los
conozco. Pero todo eso seguramente quede eclipsado por lo que está a punto de
llegar con la inteligencia artificial en sus diversas formas. Eso parece, al
menos. Así que hay cosas que tenemos que aprender ahora que son nuevas. Pero
hay otras cosas que tenemos que aprender, que son las mismas que siempre hemos
tenido que aprender: antiguos principios y prácticas que son comunes a toda la
humanidad. Lo que sí parece probable es que la velocidad de los cambios sigue
acelerando, y serán tan impredecibles como hasta ahora, si no más. Y el impacto
de la inteligencia artificial afectará a todo tipo de trabajos que
anteriormente creíamos que solo los seres humanos podían acometer: en el sector
servicios, en derecho, en medicina, en profesiones asistenciales… En fin,
muchas de esas cosas seguro que cambiarán, si es que no acaban desapareciendo.
Digo que es impredecible porque todas estas cosas lo son. Es decir, las nuevas
tecnologías generan todo tipo de efectos secundarios, y a menudo generan
trabajos que nadie pensaba que podrían existir.
Así que es muy difícil decir
cómo evolucionarán las cosas, pero yo creo que podemos afirmar que en el futuro
deberíamos concentrarnos mucho más en: ¿Qué capacidades son características de
los humanos? ¿Qué tenemos los seres humanos que debemos cultivar? Desde la
época de la Revolución Industrial nos hemos estado concentrando en que la gente
haga cosas que las máquinas pueden hacer perfectamente ahora. De hecho,
deshumanizamos a la gente para encajarlos dentro de las economías industriales,
y creo que ahora debemos rehumanizarnos de nuevo a través de la educación.
“Elegiría la creatividad, la
compasión y la colaboración como destrezas para el siglo XXI”
Ken Robinson
1:17:15
Ken Robinson. Pero si dudáis
de mí, sé que no es el caso, pero es interesante volviendo a la cuestión de los
sentimientos y las emociones, según la Organización Mundial de la Salud, la
segunda causa de enfermedad de los seres humanos en dos mil veinte, y de
mortalidad, será la depresión. La depresión. Estamos en una época en la que el
mundo es más próspero que nunca. Sé que la brecha también ha aumentado, pero si
pienso en las vidas que llevamos ahora, en comparación con las que vivían hace
cien años, estamos viviendo en un mundo de fantasía y abundancia en
comparación. Mis padres, cuando eran pequeños, no podrían ni haber soñado los
lujos que ahora damos por sentados. Pero no hemos recogido los frutos en cuanto
a bienestar, desarrollo espiritual o satisfacción. La gente está tan deprimida,
enfadada y agresiva como lo ha estado siempre. Ahora estamos viendo en Europa y
en Estados Unidos el surgimiento de un movimiento populista en el que la gente
vuelve a lanzarse contra los demás, y ya sabemos cómo acabó eso la última vez.
Y el hecho, en mi opinión, es que nos estamos desarrollando más rápido
tecnológicamente que espiritualmente. Las tecnologías están sobrepasando
nuestra capacidad de asumirlas. Aquí la educación tiene un papel que jugar,
pienso yo, para anclarnos al suelo, en cierto modo. En mi libro dirigido a los
padres, así como en mi libro Escuelas creativas, trato el tema de las
competencias que deberíamos desarrollar. “Competencias” es una palabra que se
usa mucho últimamente. Significa un conjunto de capacidades prácticas. Yo
escribí ocho en el libro, es que me dejé llevar. Pero si tuviera que escoger
las más importantes, yo creo que la creatividad es importante, por las razones
que ya he dicho. Los niños tienen unas capacidades naturales tremendas, pero
tienen que cultivarlas, tienen que cultivarlas para que no se cierren las
puertas de su futuro, para que puedan utilizar esas capacidades para forjarse
una vida que tenga sentido para ellos.
1:19:27
Ken Robinson. Pero,
colectivamente, también necesitamos usar todo nuestro potencial. Tenemos
grandes problemas que resolver local y globalmente. Y debemos ser capaces de
pensar con rapidez y adaptarnos a ellos. La compasión por ejemplo es un
conjunto de capacidades. No es solo tener buenos sentimientos hacia la
gente.Hay una diferencia entre empatía y compasión. La empatía es importante.
Pero ya sabéis cómo va esto. Desde hace mucho se habla de ello, si te enteras
que un niño… De hecho, salió una noticia en Inglaterra, un suceso muy trágico:
una madre y una hija, una niña de ocho años, iban dando un paseo por la playa
al sur de Inglaterra, y una ola vino y las arrastró. Una ola de dos metros y
medio. Y cuando la madre volvió en sí, su hija había desaparecido.Luego la
encontraron, pero murió. Y, como padre, es difícil pensar en ello y que no te
afecte. A todos nos afectaría. Pero luego vemos en las noticias que han muerto
dos mil personas en un tsunami al otro lado del mundo. Sale en las noticias y
no nos afecta tanto. Es un fenómeno que nos pasa a todos. Nuestra compasión
tiene un alcance limitado. Alguien dijo una vez: “Un muerto es una tragedia,
tres mil son una estadística”.Y para la gente es muy difícil sobrepasar cierto
límite de empatía emocional. Pero sentirnos mal por algo o sentirnos bien no es
suficiente, debe ser algo activo. Yo creo que la compasión es la parte práctica
de la empatía. Es practicar la empatía. Y ahora hay muchas presiones que están
impidiendo que las personas sientan ese tipo de cosas hacia otras personas en
un momento en el que es necesario. Las redes sociales, por ejemplo, están
teniendo un efecto tóxico, en mi opinión, sobre el desarrollo emocional de los
niños. ¿No os parece?
1:21:25
Eva Millet. ¿Cuál es el
impacto de Internet, de las redes sociales, del móvil, en la creatividad? Yo
creo que eso es, bueno… Eso sí que la mata a la creatividad. ¿No lo cree usted?
1:21:38
Ken Robinson. Sí. Puede
matarla, en cierto sentido. Yo siempre pienso que lo de “redes sociales” está
mal dicho, es un nombre irónico. Porque no son para nada sociales. Son
antisociales. Y hay muchas pruebas que demuestran que los niños se sienten
ansiosos y torpes en entornos normales debido a toda la dinámica de las redes
sociales. Es muy extraño. Así que la compasión… La colaboración es un
importante conjunto de destrezas prácticas que la gente debe aprender. Me
centro en las destrezas más que en el conocimiento teórico que deben adquirir.
Porque la educación debería ser mucho más que sentarse en pupitres y estudiar
proposiciones.Los filósofos harían una distinción, una que me parece
importante, entre el “saber que”, el “saber cómo” y el “saber esto”. El “saber
que” es lo que solemos enseñar en las escuelas. Es lo que los filósofos
consideran conocimiento proposicional: “esto-es-así”. Es decir, fechas
históricas, acontecimientos, circunstancias, la tabla periódica… Cosas
fácilmente verificables como ciertas, o que son así independientemente de que
una persona lo sepa. Pero también ideas teóricas, así como información
objetiva. Saber que es así. No significa que sea verdad, pero es un tipo de
conocimiento. Y los planes de estudios están llenos de eso. Y eso es
importante, pero no lo es todo. También tenemos que “saber cómo” hacer las
cosas. No es lo mismo saber analizar un cuadro en Historia del Arte que pintar
un cuadro. No es lo mismo saber analizar música que producirla. No es lo mismo
saber subirnos a un coche que saber desmontar el motor. El mundo depende del
conocimiento práctico. El conocimiento de cómo producir cosas y hacer que
ocurran. A las escuelas eso no se les da muy bien. Especialmente debido al
énfasis que ponemos en llegar a la universidad. Tendemos a recortar la
formación profesional de las escuelas, la consideramos de segunda categoría.
Ken Robinson - ¿Qué hace
falta para ser un buen profesor?
“Nos estamos desarrollando
más rápido tecnológicamente que espiritualmente. La educación tiene que
anclarnos al suelo.”
Ken Robinson
1:23:48
Ken Robinson. Así que, si te
sacas una carrera en la universidad se te considera muy inteligente. Pero si
eliges la formación profesional, serás percibido como menos inteligente que los
que han ido a la universidad. Y el mundo depende de gente que puede hacer
cosas. Y luego está el “saber esto”, que es en lo que se basa la empatía. Como
ser humano, ¿qué es esto? Las artes trabajan mucho con este tipo de saber. No
exclusivamente, pero también. Esta es la naturaleza de la experiencia y lo que
significa, esta es nuestra experiencia de esto. Yo diría que la creatividad, la
compasión, y la tercera sería la colaboración. El motivo por el que digo
“colaboración” es porque las escuelas enfatizan la competición. Y la
competición tiene su papel, pero nuestras comunidades, nuestras ciudades,
nuestras familias, nuestros vecinos, dependen de que la gente colabore. Una
gran ciudad como Madrid, vuelvo a lo que estábamos diciendo antes, es un
sistema altamente complejo y cambiante. Cada vez que me subo a un avión, me
acuerdo de la colaboración. Es decir, fijaos en todo lo que es necesario para
construir ese avión, en primer lugar… Para despegar. No me refiero a las leyes
de la física, sino a la coordinación masiva de actividades, horarios… para
asegurarse de que la tripulación sube al avión, que no choca contra otros
aviones durante el despegue, que ocupa su lugar en el espacio aéreo, el
aterrizaje, la comida… En fin, llevamos a cabo todas estas cosas… y luego nos
enfadamos si nuestra maleta tarda en salir. El milagro es que haya llegado. Los
seres humanos son criaturas altamente colaborativas. Pero eso no lo enseñamos
en las escuelas, lo que enseñamos es a competir. Y no es una idea abstracta,
necesitamos más trabajo práctico en equipo en las escuelas que sirva para que
la gente practique el trabajar juntos y aprender unos de otros. Así que, si
tuviera que elegir tres, serían esos.
1:25:48
Alicia Banderas. Hola, señor
Robinson, un placer. Mi nombre es Alicia Banderas, soy psicóloga y madre. Y me
preocupa la excesiva sobreestimulación a la que estamos sometiendo ahora a
nuestros niños y niñas para que quizás sean más inteligentes. Me gustaría saber
si cree usted que cada vez más las personas son o somos más inteligentes, como
dice el efecto Flynn, que cada generación, digamos que aumenta su cociente
intelectual. Muchas gracias.
1:26:18
Ken Robinson. Tengo mis
reparos respecto al cociente intelectual. El cociente intelectual tiene un
origen curioso. Como psicóloga, tú lo sabes. Pero para quien no lo sepa, los
orígenes del cociente intelectual se remontan a finales del siglo diecinueve.
Fue un primo de Charles Darwin (Charls Dárgüin) quien se interesó originalmente
en las investigaciones que darían lugar al test de inteligencia. Le interesaba
la idea de la selección natural en el mundo animal. Y se preguntaba… -No
hablamos de Charles Darwin, sino de su primo. – Se preguntaba si algo parecido ocurría
en el mundo humano. Observó, por ejemplo, que el mundo humano estaba compuesto
de personas muy exitosas y de personas menos exitosas, de ricos y pobres. Y se
preguntaba si esto era debido a una predisposición genética.Yo creo que él
obvió el hecho de que los ricos podían permitirse una educación y perpetuar así
sus circunstancias de una forma que los pobres no podían. Pero el caso es que
empezó a desarrollar estos test. Al final los elaboraría, en cierto modo, un
psicólogo francés… No me acuerdo de su nombre ahora. Trabajaba en París, a
principios del siglo veinte, con niños con necesidades especiales. Y,
básicamente, eran una serie de preguntas para obtener una medida más o menos
objetiva de la capacidad y el desarrollo intelectuales. El problema es que los
test de inteligencia son bastante limitados. Son pruebas que miden cierto tipo
de razonamiento deductivo, cierto tipo de razonamiento lógico. Pero los test de
inteligencia, normalmente, no abarcan todo lo que se utiliza en las artes, por
ejemplo. No prestan mucha atención a las cosas que asociamos con la
creatividad. Pero coincidieron con el auge de la educación masiva, y se
convirtieron en herramientas útiles para clasificar a las personas en distintas
categorías en las escuelas. Además, en Estados Unidos, coincidió con el auge
del ejército. Necesitaban seleccionar gente para el ejército.
“El juego es vital para el
crecimiento y el desarrollo de los niños. Es importante socialmente,
cognitivamente, emocionalmente y físicamente”
Ken Robinson
1:28:44
Ken Robinson. Así que tienen
una curiosa historia económica y sociológica. Pero tendemos a pensar… O la
gente tiende a pensar, creo que equivocadamente, que los test de inteligencia
ofrecen algún tipo de medida objetiva, fiable y absoluta de lo lista que es la
gente. Así que la gente dice: “Tengo un cociente intelectual de tanto”. Como si
eso, de nuevo, te dijera todo lo que necesitas saber sobre él. Yo siempre he
sido escéptico al respecto. Conozco a mucha gente muy lista a la que no se le
da especialmente bien los tests de inteligencia. Tampoco se les dan bien los
crucigramas. A la gente se le pueden dar bien muchas cosas y mal otras. Yo
conozco a poetas brillantes que tienen dislexia, que les cuesta escribir, pero
que tienen un don maravilloso para las palabras. Conozco a músicos brillantes
que no saben leer partituras. La inteligencia humana es mucho más rica.
¿Verdad? Es compleja y tiene unos matices que no pueden captarse con una simple
prueba de veinte minutos, da igual cuántos números genere. Y un ejemplo curioso
es lo de que los resultados de los test de inteligencia van mejorando año a
año. Bueno, yo no soy psicólogo, seguramente tendrías que ayudarnos a
comprender por qué parece ocurrir esto. Pero los test de inteligencia han
jugado un papel en la historia. Por ejemplo, cuando la gente llegaba a la isla
de Ellis (Élis), en Estados Unidos, durante la guerra, en la primera parte del
siglo veinte, se les daba un test de inteligencia. En época de guerra. Y se les
asignaba un destino en el ejército de Estados Unidos. Algunos llegaban a la
isla de Ellis, inmigrantes, y se les enviaba directamente al ejército. Ni
siquiera llegaban a su destino. Se les daban estos test de inteligencia… Hace
tiempo escribí sobre esto en un libro titulado “Out of our minds: the power of
being creative”.
1:30:34
Ken Robinson. Lo que me
llamaba la atención de esto era que, si sacabas más de cierta nota en el test
de inteligencia, te enviaban a la escuela de oficiales del ejército
estadounidense. Y si sacabas menos de cierta nota, te mandaban a infantería.
Bueno, todos sabemos lo que le pasaba a la mayoría de soldados de infantería
durante la Primera Guerra Mundial, por ejemplo. En el documento de evaluación
había una categoría para el test de inteligencia militar. Si al recibir el
resultado, estabas por debajo de cierto nivel… Era escalofriante, ponía: “De
escaso valor militar”. “De escaso valor militar”. Ya sabías lo que significaba
eso. Que no eras más que carne de ametralladora. Así que el test de
inteligencia se convirtió, literalmente, en cuestión de vida o muerte para
algunas personas. En Estados Unidos… Digo Estados Unidos porque allí están muy
obsesionados con el cociente intelectual. En Estados Unidos, si puntúas por
debajo de cierto nivel en el test de inteligencia, no eres responsable de tus
crímenes. Así que, si cometes un asesinato, en algunos estados no puedes ser
ejecutado si tu cociente intelectual es muy bajo. Porque consideran que no eres
bastante competente para ser responsable de tus actos. Bueno, pues ha habido varios
casos, que cito en el libro, de presos… Hubo uno en especial, que fue condenado
a cadena perpetua porque no era lo bastante listo para ser ejecutado. Así que
se apuntó a programas educativos en la prisión. Y en el transcurso de diez
años, su cociente intelectual aumentó. Hasta que, al final, sobrepasó el umbral
y ya era lo suficientemente listo como para ser electrocutado. No era tan listo
como creían, en retrospectiva, me parece a mí. Hubo un gran debate sobre este
tema. ¿Qué significa esto? Significa que podemos proseguir con la ejecución
porque ahora ya es apto. Como decía, es una cuestión de vida o muerte. Pero si
la inteligencia fuera algo inamovible, como creen o creían algunas personas,
entonces tu cociente intelectual es como tu grupo sanguíneo. Te dice lo listo
que eres. Si fuera así, entonces no podría mejorar con el tiempo. No debería
mejorar de generación en generación, ¿verdad? A menos que hubiera algo en el
agua que contribuyera a ello.
1:33:04
Ken Robinson. Todo esto
apunta a que en todo esto influyen las prácticas y prejuicios culturales, y las
pruebas de la adaptabilidad y el potencial de crecimiento de las mentes humanas
cuando se ejercitan y desarrollan adecuadamente. No sé lo suficiente para saber
por qué la gente cree que, en el mundo de los test de inteligencia, el efecto
Flynn continúa. Pero sé que continúa. Y mi respuesta es: ¿Podemos
reconsiderarlo? Lo que a mí me ha interesado siempre no es que las personas
saquen mejor nota en los test de inteligencia, sino que la gente tenga una
concepción mucho más rica de la inteligencia.Porque si acabas con una visión
limitada de la inteligencia, como decía antes, acabas con una gran visión de la
discapacidad. Y conozco a todo tipo de personas cuyas vidas se han complicado
por creer que no son suficientemente inteligentes porque eso es lo que les
dijeron en la escuela, o quizá porque no daban la talla en comparación al
concepto estándar de inteligencia que tiene la gente. Y fuera de la educación,
hay todo tipo de indicios que apuntan a que la inteligencia es algo mucho más
rico. Fue Francis Binet quien desarrolló estos test. Francis Binet desarrolló
los test, y el primo de Charles Darwin era Sir Francis Galton. Él fue quien
desarrolló estos test en Francia con la intención de ayudar a los niños con
necesidades especiales. Quería medir el crecimiento y el desarrollo de los
niños. El problema llegó cuando se convirtieron en un sistema masivo de
clasificación y filtrado. Yo creo que, en cierto modo, está muy claro que aquí
hay un escalón evolutivo. Somos mejores en las cosas que practicamos más. Eso
puede ser parte del motivo. ¿Qué piensas tú, por cierto?
1:34:55
Alicia Banderas. Sobre todo,
asociado al afán o a la obsesión que tenemos de estimular a nuestros hijos para
que adquieran mejores habilidades, destrezas… Les exponemos a pantallas muy
temprano para conseguir que sean brillantes… Todos esos esfuerzos que estamos
haciendo para medir luego una inteligencia cognitiva, o incluso también les
exponemos a aprendizajes mucho más complejos para los que, por edad, sus
cerebros no están preparados. Entonces, me preocupa más este hecho de utilizar
y medir la inteligencia para que tengamos ese objetivo de que nuestros hijos
sean inteligentes, en vez de que sea personas con satisfacciones en la vida, o
que haya, como ha dicho usted antes, otro tipo de capacidades como la
creatividad, la colaboración, la empatía, el sentimiento de elevación… Es
decir, cosas que quizá son mejores para la inteligencia emocional que este afán
para que los niños sepan más cosas, o se les pongan tareas para que adquieran
mejores conocimientos.
1:35:58
Ken Robinson. Sí. Estoy de
acuerdo. Lo siento, no he respondido a la segunda parte de tu pregunta. He
hablado solo del cociente intelectual porque me he emocionado. Pero en términos
generales, sí creo que es cierto que… Bueno, en primer lugar, obviamente, haces
mejor algo si lo practicas de forma adecuada. Y los niños tienen todo tipo de
capacidades que a menudo descuidamos. Pero otra cosa interesante es… También
creo que algunos padres han caído en la trampa de ejercer demasiada presión
sobre sus hijos para que sean buenos en todo lo que hacen, y que abarquen
demasiado. Y volvemos a lo que estábamos diciendo antes. Los padres deben
alcanzar un equilibrio y ser juiciosos. Por ejemplo… ¿Os puedo hacer una
pregunta? De niños, ¿cuánto tiempo pasabais jugando fuera? Solo jugando. Mucho,
mucho. Igual que yo. Yo crecí en Liverpool, en los años cincuenta, y cuando
volvíamos a casa de la escuela salíamos a la calle a jugar.O al parque del barrio.
Durante horas y horas. No nos apetecía ir a casa, la verdad. Solo íbamos a casa
para comer. ¿Vale? Éramos como gatos. Si había comida, volvíamos a casa. Si no,
íbamos donde estaba la comida. A casa de alguien. Los niños de hoy en día no
juegan tanto de ese modo. Yo presido una iniciativa internacional llamada
Ensuciarse es Bueno. Su objetivo es promover la importancia del juego infantil.
Hemos preguntado a doce mil familias de todo el mundo, para una encuesta que
acabamos de hacer, cuánto tiempo pasan los niños jugando en el exterior. Y… De
media, y esto es así en casi todo el mundo, los niños pasan mucho menos tiempo
en el exterior que nosotros. Normalmente menos de una hora. A menudo, no llega
ni a la hora. A veces nada, no juegan en el exterior. Al mismo tiempo, las
escuelas de muchas partes del mundo están reduciendo el tiempo de juego. Y las
escuelas lo hacen porque están dirigidas a la competición y los exámenes. Y
porque consideran que el juego no importa, supuestamente, o alguien lo
considera así.
1:38:21
Ken Robinson. Los niños de
hoy en día no juegan tanto de ese modo. Yo presido una iniciativa internacional
llamada Ensuciarse es Bueno. Su objetivo es promover la importancia del juego
infantil. Hemos preguntado a doce mil familias de todo el mundo, para una
encuesta que acabamos de hacer, cuánto tiempo pasan los niños jugando en el
exterior. Y… De media, y esto es así en casi todo el mundo, los niños pasan
mucho menos tiempo en el exterior que nosotros. Normalmente menos de una hora.
A menudo, no llega ni a la hora. A veces nada, no juegan en el exterior. Al
mismo tiempo, las escuelas de muchas partes del mundo están reduciendo el
tiempo de juego. Y las escuelas lo hacen porque están dirigidas a la
competición y los exámenes. Y porque consideran que el juego no importa,
supuestamente, o alguien lo considera así. Pues el motivo por el que estamos
haciendo esta campaña es porque el juego no es una tontería. El juego es vital
para el crecimiento y el desarrollo de los niños. Es importante socialmente, cognitivamente,
emocionalmente y físicamente. Los niños siempre han jugado y es de vital
importancia que jueguen, por todas esas razones. Pero una de las razones por
las que pasan menos tiempo jugando es que los padres programan demasiadas
actividades a sus hijos. Y cuando salen fuera, a menudo es una actividad en
equipo supervisada por los padres. Están ahí sujetándoles la chaqueta y
gritándoles desde la banda. Porque quieren que sus hijos sean más competitivos.
Y por todas esas razones, creo que es muy importante que reconozcamos que la
infancia es una etapa muy importante y que debemos permitir que los niños sean
niños. Los niños de ahora, a una edad muy temprana, sufren depresión. Al igual
que los adultos, sufren todo tipo de trastornos emocionales que son generados
por el sistema. En las escuelas se están diagnosticando a los niños con
problemas de atención. Y se les medica por ello. De hecho, solo con dejarles
salir a jugar, muchos de estos problemas desaparecen.
“Es importante que nos demos
cuenta de que aprender es algo social y cultural además de personal”
Ken Robinson
1:40:03
Ken Robinson. Eso es una
parte. Yo creo que tenemos que relajarnos un poco con los niños. Por ejemplo,
nosotros hemos hecho eso hasta cierto punto con nuestros hijos. Intentas darles
todas las oportunidades posibles. Pero nunca sabes si va a haber consecuencias
negativas si les obligas a hacer demasiadas cosas. Yo creo que deberíamos
animarlos a pasar menos tiempo con los aparatos. Digo “animarlos”, pero creo
que a veces deberíamos simplemente no permitirles usarlos. Parte del papel como
padre, es decir: “¡Basta! ¡Apaga eso!”. Pero sí, por todas esas razones, creo
que ese es el equilibrio que hay que alcanzar.
Ken Robinson - ¿Qué hace
falta para ser un buen profesor?
1:40:41
Ángela. Hola, señor
Robinson. Mi nombre es Ángela, soy profesora de secundaria y trabajo como
asesora en una editorial. En los libros, analiza las escuelas de hoy, las aulas
de hoy, y las del pasado. Y me gustaría preguntarle cómo imagina que son las
aulas en veinte o treinta años. ¿Qué le gustaría encontrar allí?
1:41:00
Ken Robinson. Vale. Bueno,
antes de nada, he de decir que estoy a favor de las escuelas. Hay gente que no
lo está. Hay todo un movimiento para acabar con las escuelas y la
escolarización. Pero yo creo que las escuelas son muy importantes. Hay una cosa
que digo en Tú, tu hijo y la escuela, ese libro maravilloso que os decía antes.
Que acaban de publicar. Es genial. Ese. Digo que hay una diferencia entre el
aprendizaje, la educación y la escuela. Es decir, a los niños les encanta
aprender. Los seres humanos somos las criaturas más curiosas que jamás
encontraremos. Acabamos de tener una nieta, tiene cinco meses. Y como todos los
bebés, tiene un enorme interés por lo que pasa a su alrededor. No hay quien la
pare. Cada vez es más curiosa. Ese es el gran impulsor de nuestros logros. Los
niños adoran aprender. A todos no les gusta la educación, y algunos lo pasan
mal en la escuela. La diferencia es que la educación, como yo la concibo, es un
programa de aprendizaje más formal. Es un programa más deliberado, en el que se
asume que hay cosas que queremos que los niños aprendan y que no queremos dejar
a la suerte, por razones culturales o de otro tipo. O si hay cosas que nos
parecen muy difíciles para que ellos las averigüen por sí solos. Así que
tenemos que ayudarles. Por esas y otras razones, tenemos sistemas formales de
educación. Y hay quienes lo adoran y hay quienes no lo soportan. Muchos lo
pasan mal en la escuela. Y la razón es, en mi opinión, que a veces se les exige
aprender cosas que no les parecen interesantes o que no se les enseña de manera
interesante.
1:42:53
Ken Robinson. Y a veces
porque las escuelas no contribuyen a las condiciones naturales del aprendizaje.
Por ejemplo, haciendo que estén sentados todo el día. Dividiendo el día en
trozos iguales de tiempo. Poniendo delante a alguien que te habla. Obligándote
a hacer cosas cuando estás cansado. Obligándote a hacer cosas con gente que no
te resulta estimulante. Todo tipo de cosas. Y muchas veces estás pasando un
momento emocional muy difícil pero aun así tienes que hacerlo. Y luego está la
amenaza del examen, que si suspendes estás en problemas. En las escuelas y los
sistemas educativos hay todo tipo de cosas que son contraproducentes para las
ganas de aprender. No siempre, no tiene por qué, pero a menudo sí. Así que yo creo
que es importante tener escuelas porque… Como decía antes, lo que aprendemos,
lo aprendemos los unos de los otros. No vivimos aislados, es importante que nos
demos cuenta de que aprender es algo social y cultural además de personal. Así,
mi objetivo es ayudar a redefinir las escuelas. Y quitar de las escuelas las
cosas que impiden que la gente quiera aprender. E introducir más cosas en las
escuelas que hagan que la gente quiera aprender. No solo por su cuenta, sino
los unos de los otros. Así que, si te paras a pensarlo, si vuelves al concepto
básico de escuela… Hoy en día, solemos considerar a las escuelas como una
especie de instituciones. Pero si nos olvidamos de eso un momento, una escuela,
en el fondo, es una comunidad de gente que aprende. De gente que se junta para
aprender los unos de los otros. Se puede montar una escuela en cualquier sitio.
Se puede montar una escuela en un parque, puedes montar una escuela en tu casa.
Esto es una especie de escuela. Si tuviéramos todo el día podríamos reorganizar
todo esto y hacerlo de otro modo. No lo hago ahora porque ya está montado así.
Pero una escuela es gente que se junta para aprender los unos de los otros.
Pueden ser dos personas, diez personas, pueden ser mil personas. Así que el
desafío no es acabar con las escuelas, sino reimaginar cómo podrían ser. De
modo que se fomente y se cultive el apetito por el aprendizaje, y saciarlo
adecuadamente, en lugar de, como ocurre tan a menudo en la actualidad,
reprimirlo y hacer no solo que la gente pierda el interés, sino al contrario,
que se rebelen contra todo el proceso. Como hacen algunos, que abandonan la
escuela. Simplemente no la acaban, la ven como algo que tienen que sufrir y con
lo que tienen que terminar cuanto antes. ¿Y cómo se consigue eso? Si te paras a
pensarlo, habría que mantener algunos elementos. Yo creo que las escuelas
necesitan su plan de estudios. El plan de estudios es lo que queremos que se
aprenda.
“El desafío no es acabar con
las escuelas, sino reimaginar cómo podrían ser.”
Ken Robinson
1:45:33
Ken Robinson. Repito que me
parece perfectamente razonable plantearnos de forma colaborativa qué es lo que
queremos que los niños aprendan hoy en día. Y yo creo que mejor que dividir en
grupos de asignaturas es coger la idea de las competencias y decir: ¿Qué cosas
ayudarán a desarrollar esas competencias? Y entonces empezar a considerarlas no
como asignaturas, sino como disciplinas. La música no es una asignatura en el
sentido literal del término. No es solo un montón de contenido. La música es un
conjunto de destrezas y sensibilidades intelectuales, emocionales, físicas,
técnicas y culturales. Si escuchas música de una cultura ajena con la que no
estás familiarizado, puede que no le encuentres ningún sentido. Recuerdo la
primera vez que visité China, en Hong Kong, y fui a una ópera china. No tenía
ni idea de lo que estaban haciendo. Para un oído europeo, aquello sonaba como
si estuviera desafinado. Era un sonido estridente y desagradable. Y no tienes
ni idea de lo que están haciendo. Pero luego entras de lleno y… Esto era un
estadio, era como un partido de fútbol, y a la gente le encantaba. Pero yo no
entendía el código. A menudo con la música pasa eso. Del mismo modo, las
matemáticas no es una asignatura en el sentido de ser un conjunto de
proposiciones que hay que aprenderse. Las matemáticas es una hermosa disciplina
altamente creativa, con argumentos muy polémicos en su núcleo sobre la
naturaleza y la estructura de las matemáticas y su funcionamiento. Y abarca un
conjunto de disciplinas y campos de estudio diferentes. Pero me gustaría ver a
las matemáticas, las artes, las humanidades, la educación física y los idiomas
interactuando en el plan de estudios.
1:47:22
Ken Robinson. Enseñar y
aprender en parte es eso. Es un grupo que se junta para enseñar y aprender. Las
mejores escuelas que conozco son altamente interactivas y dinámicas, y los
profesores trabajan junto a los estudiantes para planificar lo que se aprende.
Hay ritmos regulares. Por ejemplo, en las escuelas de Finlandia hay descansos
regulares. Cada cuarenta y cinco minutos, los niños tienen un descanso de diez
minutos. Se van a hacer otra cosa. Se van a correr por ahí, vuelven… No tienen
ningún problema de atención. Porque saben que los niños necesitan levantarse y
correr por ahí, necesitan estar activos. En cuanto a la cultura, han de ser
altamente colaborativas. Por eso las escuelas democráticas son tan buenas. En
una escuela hace falta un horario muy flexible. De modo que la gente pueda
dejar algo y ponerse a hacer otra cosa que les interese más. En una escuela
hace falta mucha autodeterminación. En vez de obligar a los niños a sentarse y
hacer algo sin darles elección. Hay cosas que tienen que aprender, pero
deberían tener mucha más libertad para elegir cuándo y con quién hacer las
cosas. Y todo esto que estoy diciendo no son tonterías. Os puedo mostrar
escuelas que lo están poniendo en práctica en la actualidad. Escuelas que están
reinventando los ritmos de la vida institucional y obteniendo muchos mejores
resultados por ello. Y hace falta una escuela en la que la evaluación no se
perciba como un desafío, sino como un apoyo al aprendizaje, que es lo que
debería ser. Y las nuevas tecnologías nos permiten hacer eso de forma mucho más
eficiente. Ahora podemos tener portafolios y programas de aprendizaje mucho más
individualizados. Conozco escuelas en las que los niños tienen su propio
horario.
“Me gustaría ver las
matemáticas, las artes, las humanidades, la educación física y los idiomas
interactuando en el plan de estudios”
Ken Robinson
1:48:58
Ken Robinson. Y también
edades mixtas en la enseñanza y el aprendizaje. No hay ninguna razón para
separar y enseñar a los niños por edades. En las familias no lo hacemos, y en
las escuelas no hace falta hacerlo. No es un principio educativo, es por comodidad
en la gestión. En realidad, es bastante incómodo, pero por eso lo hacemos. Así
que, si reinventamos el funcionamiento de la escuela, si encontramos las cosas
que obstaculizan el aprendizaje y las sustituimos por las que lo faciliten,
podremos mantener las escuelas, pero reimaginadas. Y no habrá una sola forma de
hacerlo, del mismo modo que no hay una sola forma de hacer música, un solo
grupo musical o un solo tipo de restaurante… Todo irá bien si cambiamos nuestra
forma de pensar.
1:49:42
Ken Robinson. Muchas
gracias.
..
El País / nov14 / 2018
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